Creatividad
México es un país creativo, que paradójicamente, nos ha faltado creatividad para sobresalir, ya que no se ha podido abandonar el subdesarrollo, disminuir la pobreza y tampoco destacar en el terreno de la investigación científica, el urbanismo o las bellas artes.
Cuando hablamos de ser creativo, nos referimos a encontrar nuevas formas de hacer lo que ya hacíamos, al igual que inventar nuevas actividades, situaciones u objetos que no habían sido contemplados anteriormente. En cambio, crear es generar algo totalmente nuevo y es también reacomodar elementos de lo ya existente para lograr un objeto o situación que cumpla fines distintos a lo previamente, y una solución creativa se define como aquella que es tanto eficaz como poco frecuente estadísticamente.
En las organizaciones, la creatividad se relaciona con la supremacía, liderazgo o supervivencia, y eso se puede notar ante las evidencias de la preminencia de las organizaciones con respecto a sus competidores.
Para que un individuo pueda desarrollar sus habilidades creativas requiere eliminar bloqueos para estar en condiciones de entrar en un contacto estrecho con su inconsciente y aprovechar libremente las aportaciones que surjan de los contenidos ahí almacenados.
Peterson (1991) menciona que una persona puede favorecer su pensamiento creativo si pasa por cuatros etapas: Saturación (lo cual significa llenarse la mente con la mayor cantidad posible de datos acerca del tema que se aborda), Incubación (la cual requiere paciencia, confianza y tranquilidad para esperar una estructura y sentido a la información almacenada), Iluminación (es decir, esperar a que los destellos de la idea acudan a la mente) y la verificación (donde se evalúan las ideas y las imágenes se llevan a la objetivación).
En cambio, para Rodríguez Estrada (1993), el proceso creativo consta de seis pasos: Cuestionamiento, acopio de datos, incubación, iluminación, elaboración y comunicación.
Otros autores como Phil Laut sugiere que ese mismo proceso se puede concebir en tres partes. El primer elemento es el infinito, que es la fuente de nuestros pensamientos; el segundo es el pensamiento mismo y el tercer elemento es el universo físico, que es el resultado del pensamiento.
Laut también nos proporciona tres principios que pueden ser utilizados cuando una persona encuentra que lo que ha hecho con su vida o con alguna situación no le satisface, los cuales son los siguientes: El principio de autoanálisis, el principio de sugestión y el principio de metas.
Alex Osborn propuso una serie de preguntas para el desarrollo de la creatividad, que sirven para guiarse y las cuales están divididas en las siguientes áreas: Adaptar, modificar, magnificar, minimizar, sustituir, recompensar, revertir y combinar.
Al mencionar factores personales que favorecen la creatividad, podríamos concluir que la práctica y el paso de tiempo son los factores de de mayor importancia. Rodriguez menciona factores personales que impulsan el desarrollo de la creatividad, los cuales son: Sentido común, amplio conocimiento del campo en que se trabaja, confianza en sí mismo, inteligencia general y capacidad de lograr que se hagan las cosas. Este mismo autor, también nos dice proporciona una serie de hábitos que sirven para cultivar esa capacidad, que son los siguientes: Fijarse objetivos realistas, poner energía y entusiasmo en la tarea, contar con una preparación intensa y creciente y comprometerse a fondo.
Los factores anteriormente mencionados fueron los personales. Ahora, al hablar de factores organizacionales que favorecen la creatividad estamos haciendo mención a una filosofía que promueva la creatividad, a un clima adecuado que propicie el deseo de hacer aportaciones creativas, al enriquecimiento de los puestos que permita a las personas descubrir nuevas capacidades y, por último, a la realización periódica de reuniones y asambleas en las que empleados tengan la oportunidad de conocer el rumbo de su organización.
Rodríguez Estrada nos menciona también las principales barreras psicológicas que inhiben la creatividad, las cuales son: Normas y usos como freno a la iniciativa, miedo al cambio y no situarse en la era de la discontinuidad.
Basado en la propuesta de Laut, se puede complementar lo anterior con los siguientes cuatro inhibidores de la creatividad: La experiencia del nacimiento, el síndrome de desaprobación paterna, las ideas negativas y las urgencias del inconsciente de morir.
Laut propone los siguientes temores como bloqueos importantes en relación con el uso de la creatividad para el desarrollo de un negocio: Miedo al fracaso, miedo al éxito, miedo al rechazo, miedo a la muerte, miedo a lo desconocido, miedo al cambio, miedo a la pérdida y vergüenza hacia el dinero y ambiciones en general.
Para concluir con este capítulo, se puede decir que, con respecto a las diferentes etapas del proceso creativo, existen bloqueos que afectan el desarrollo de las personas. Sobre el acopio de datos son los bloqueos al aprendizaje y los secretos. El temor a la autoconciencia y la sobrevaloración de la realidad están relacionados con las etapas de incubación y de iluminación.
En cuanto a la verificación, hay cinco bloqueos, que son: temor al fracaso, falta de recompensa, desesperación, temor a la humillación y conflicto entre el temor de ser ignorado y el temor de ser rechazado. Los temores relativos a la comunicación son los siguientes: temor a la humillación, inhibición corporal y temor a ser asertivo.
Fuente: Zepeda F. (1999). Psicología Organizacional. México: Pearson-Hall.
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